El Amor es una sociedad secreta

El cortometraje animado ganador del premio Oscar fue “El limpiaparabrisas”, en inglés “The windshield wiper”, producido por Alberto Mielgo & Leo Sanchez, en la 94th ceremonia, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, realizada el pasado 27 de marzo en el teatro Dolby de Los Angeles.
El hilo conductor del filme es cuestionar que es el amor, pregunta compleja, recurriendo a dar pistas y en particular mostrar que no representa ese sentimiento. Durante 15 minutos se despliegan muchas situaciones que seguramente el espectador puede sentirse identificado por haberlas visto reflejadas en si mismo, en amigos o familiares.

escribe Nicolás Delgado Rey

El corto comienza mostrando a un hombre maduro que aparece sentado, solo, en un bar, al lado de una ventana, que tiene las cortinas corridas y que no permiten pasar la luz en forma plena, dispuesto a relatar distintas situaciones, que serán representadas mediante las animaciones, para finalmente dar su conclusión sobre el tema.

Nada es aleatorio ni casual. Desde diálogos, de personas de sexo femenino y masculino, que se entrelazan, para mostrar distintos puntos de vista, hasta cada una de las imágenes y su vínculo con la anterior, tratan de contar distintas historias, vínculos o formas de relacionarse. 

Muchas de las situaciones parecen ser vividas por el propio narrador en forma más literal, otras más figurativas o son sobre personas cercanas, lo cual le lleva a tener una respuesta sobre la pregunta inicial que será develada al final.

Es posible apreciar la cantidad de detalles incluidos y la expresión de emociones, en las animaciones, durante el short film que contó con un equipo de trabajo directo de más de 24 personas y la asociación con varias empresas para su realización.

Los efectos de sonido y especialmente la música también “hablan” y hacen sus propios énfasis o relatos. A modo de ejemplo, la canción “We might be dead by tomorrow”, de la artista Soko, marca un punto de inflexión al introducir, en paralelo a las imágenes, una melodía y letra que acompañan y señalan que no hay que malgastar el tiempo o estar encerrado en uno mismo. Y que si no se está listo para vivir el amor, cómo es posible estarlo para la vida.

Habrá quienes puedan pensar que el amor es lo que queda luego que casi todo se ha derrumbado como se muestra al inicio. No obstante, queda claro que la mayor parte de las escenas están referidas a lo que no significaría amar a otra persona.

Se concluye en forma explícita, con el simbolismo de un hombre que habla desde la experiencia de haber dejado de acudir a distintos momentos y cruces de camino, es que ahora abatido y habiéndose “fumado” la razones que no son del corazón es que se dispone a concluir que el amor es una “sociedad secreta” que muchos desconocen o no pueden ver. Y que al final de cuentas, la vida se termina y que el momento para amar es ahora.

Finalmente, los invito a pensar si cambiarían el final. De mi parte, me gusta pensar que ese hombre simplemente esta transmitiendo su conocimiento mientras espera que llegue, a la cita, su verdadero amor, el cuál esta viviendo y construyendo desde su conocimiento y experiencia.    




*Articulo elaborado en el marco del taller de Periodismo del Circulo de Bellas Artes

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